Está ubicada en el parque principal de la ciudad, su construcción es de estilo neo clásico y data de 1869.
La portada es de dos cuerpos, sostenido el primero por columnas dóricas que se anteponen a los tres arcos de entrada. El segundo presenta capiteles corintios, en cuyos intercolumpios se aprecian balcones o miradores. A ambos lados de la fachada destacan campanarios rematados con copulillas. En su interior, de tres cuerpos, destaca la hermosa talla del Cristo Pobre.
MUSEO TUMBAS REALES - LAMBAYEQUE
El propósito del museo es mostrar la tumba del Señor de Sipán, que fue hallada en 1987 por los arqueólogos peruanos Walter Alva Alva y Luis Chero Zurita. Entre sus piezas se encuentran joyas, cerámicas y ajuares funerarios.
El hallazgo de las Tumbas Reales del Señor de Sipán marcó un importante hito en la arqueología del continente, porque por primera vez se reveló la magnificencia y majestuosidad del único gobernante del antiguo Perú encontrado hasta esa fecha.
SIPAN
En la ruta el paisaje está enmarcado de extensos cañaverales. Se aprecian pequeñas elevaciones y un pequeño cañón formado por el cause del río Reque. El complejo arqueológico presenta áreas diferenciadas unas de otras, registrándose áreas monumentales, patios, cementerios, áreas domésticas, fortificaciones, etc. El área monumental del complejo es conocida también como Huaca Rajada.
Está conformada por varias estructuras como el Mausoleo Real de 80 X 130 ms. Y 15 ms. de altura, el mismo que registra importantes evidencias sobre las costumbres funerarias de los Moches. Este rico santuario Pre Inca es considerado como el más importante de la Cultura Inca, siglos I al VI Las investigaciones y los descubrimientos continúan en Sipán, El ajuar funerario y toda la majestuosidad del Gran Señor, Rey de los Moches las apreciará en el Museo de Sitio y en el Museo Bruning de Lambayeque.
Unos 50 cm. debajo asomaba el sarcófago del Gran Rey Moche, el Señor de Sipán. Penetrar en él significó un verdadero trabajo de cirugía. Entre los sedimentos apareció el rostro, en miniatura, perteneciente a un jefe guerrero; escultura en oro y de 6.2 cm que derrocha realismo y muestra un trabajo de orfebrería único. Esta delicada esfinge humana corresponde a la parte central de una orejera trabajada en milimétricos mosaicos de turquesas y oro.
La total limpieza de esta capa dejó al descubierto el rico ajuar funerario.
Los pies del Señor calzaban sandalias de cobre. Alrededor del fardo se encontraron conchas spondylus y progresivamente se fueron develando estandartes representando a un personaje con los brazos abiertos y palmas extendidas.
Cubriendo los huesos de la cara y cerca del rostro estaban: ojos, nariz y mentón de oro, dos livianas narigueras y un casquete de orejeras de oro y turquesas representando a un venado.
Miles de pequeñas cuentas o chaquira de concha blanca, roja y anaranjadas forman un total de 11 pectorales dispuestos sobre el pecho y las piernas, varios tocados de plumas dispuestos en forma de abanico con mangos de cobre, además de elegantes brazaletes de turquesas. Sobre el pecho aparece un collar con 20 manís, de oro la mitad derecha y, plata la restante. Un lingote de oro en la mano derecha y otro de cobre en la izquierda. La derecha sujetaba también un cetro y cuchillo de oro coronado con una pirámide invertida con relieves; en la mano izquierda un cetro de plata; a la altura del cuello encontramos también un collar con 71 esferas y, sobre el pecho, un cuchillo de oro hacia la derecha y otro de plata hacia la izquierda. Indicios de una simbólica bipartición constante, dualidad y equilibrio presente en el rito. Notablemente el señor yacía con esta sugerente orientación.
Acompañan al Señor en su última morada: un guerrero, un sacerdote, dos mujeres, un perro, una llama, un niño y un guardián; ademas de 1150 piezas de cerámica.
IGLESIA SANTA LUCIA DE FERREÑAFE
El escudo de la iglesia tiene en el centro del emblema los ojos azules de Santa Lucía y el conjunto flanqueado por dos ángeles que resguardan el mandato de Dios y mantiene bajo dominio al demonio, ubicado en la parte inferior. El escudo simboliza el martirio de Lucía, Santa de Siracusa.
FERREÑAFE TIERRA DE LA DOBLE FÉ
Denominada Ciudad Evocadora, Lambayeque es una ciudad con abolengo español. Desde mediados del siglo XVI su nombre figura en los archivos de época, pero es recién en 1720, donde empieza el esplendor y apogeo de la ciudad, cuando fueron a establecerse allí las encopetadas familias que dejaron Zaña, después de que esta fuera arrasada por una inundación.
La mayor impresión que se recibe al visitar Lambayeque es la que se experimenta la contemplar su monumental templo parroquial, que domina la ciudad, avistándose sus torres desde sus soleadas calles. Al entrar en su recinto usted se dará cuenta de lo majestuosa y solemne, lo que comprueba la importancia que esta ciudad ostentó.
Construida a la vieja usanza española alrededor del 1700, la iglesia se extiende paralelamente a la plaza entre las dos calles principales:
Dos de Mayo y Ocho de Octubre. La iglesia es una construcción de planta en cruz latina, tres naves de grandes proporciones, coro alto, capillas laterales sacristía y santería.
Posee tres ingresos. El patrón de la iglesia, el apóstol San Pedro, aparece en una imagen que lo presenta arrodillado. Los altares son de pan de oro. Existen tres retablos de estilo neoclásico y siete de estilo barroco; el más antiguo es el de la Virgen de las Mercedes. El coro está trabajado en cedro, conformado por catorce sillones espaldares. La talla del Cristo Pobre es de muy buena calidad y la Virgen de los Dolores luce un valioso manto.
Casa de la Logía o Casa Montjoy se ubica a una cuadra de la Iglesia San Pedro, en la intersección de las calles Dos de Mayo y San Martín. Construida en el siglo XVI, ostenta un balcón colonial primorosamente tallado que es considerado el más extenso del Perú, pues dobla la esquina y mide 67 metros. La arquitectura de esta casona es soberbia, presenta anchas paredes y grandes patios, escaleras y balcones, en el interior tuvo hasta 30 ambientes.
Fue declarado monumento nacional en abril de 1963.
TÚCUME Y SUS PIRÁMIDES
Túcume se ubica a33 Kms al Nor Este de Chiclayo. Luego de pasar por la Ciudad de Lambayeque y el desvío a Piura, encontrará un peaje. Atravesaremos el poblado de Mochumí y, a solo 5 Kms de éste, accederemos al poblado de Túcume por la Av. F. Villareal donde encontrará un Centro de Información. Para llegar directamente al Complejo Arqueológico, de 220 Has, enrumbaremos por la Calle San Marcelo (hacia el este) donde encontrará un paradero de transporte hacia las pirámides en la esquina de la Calle Convento. Además puede hacer el trayecto caminando, le tomará un tiempo aproximado de 25 minutos, rodeado de maizales, arrozales y árboles frutales. En el centro del lugar encontramos el Cerro Purgatorio, montaña sagrada que nos sirve de mirador, cuyo panorama nos regala una hermosa vista de todo el conjunto.
Por sus dimensiones y la calidad de sus monumentos, Las Pirámides de Túcume es uno de los principales centros monumentales de la región y del País. Sus 26 edificios monumentales están hechos de adobe y cumplían diversas funciones como rituales, comerciales, habitacionales, y otras propias de una ciudad. La construcción de estas pirámides o huacas comenzó en el siglo X, Túcume fue la última capital del Reino Lambayeque, asentado en la zona conocida com Bosque de Pómac, en Sicán.
Huaca Larga es el edificio más grande, sus dimensiones son impresionantes: 700 m de largo, 280 m de ancho máximo y 30 m de altura. Es el edificio de adobe mas grande de Sudamérica. Se ha descubierto pintura mural en sus plazas rodeadas de banquetas, muros con hornacinas y galerías techadas.
Huaca 1 es otra de las mas grandes pirámides. Este edificio como otros es el resultado de la superposición de varias construcciones, por lo menos durante siete fases sucesivas. En la parte superior se encontraron depósitos, residencias, áreas de cocina y otros. El templo de la piedra sagrada es otra de las construcciones importantes del lugar. Testimonios de extraordinaria importancia vinculados a la religiosidad lambayecana se han recuperado. Sacrificios humanos y de camélidos, ofrendas de metal, conchas de aguas tropicales, polvos de óxido de color, semillas rituales, textiles, cerámica, etc.
Su origen se remonta a 1868, en cuyos años había vivido en Motupe el anacoreta Juan Agustín de Abad, quién reveló que existía una cruz que debían buscar después de su muerte.
El anuncio de un cataclismo motivó a los motupanos a buscar la cruz. Tratando de encontrar la gruta demoraron cinco días para conseguir su objetivo. El 5 de agosto la hallaron en la gruta natural descrita por el anacoreta. Allí habían varias hojas de un libro, sueltas y salpicadas de sangre, un camastro de paja y ramas y una piedra blanca a manera de almohada. Uno de los papeles estaba escrito con sangre.
El mensaje recomendaba que bajaran la cruz, se celebrase una misa y regresarla a su sitio. Así el anunciado cataclismo no se produjo.
ZAÑA
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